Cómo La Meditación Afecta La Forma En Que Aprendemos

Muchas anécdotas y algunos estudios sugieren que la meditación puede ser una herramienta poderosa para la salud mental y física. Una nueva investigación muestra que puede tener otro beneficio: ayudarnos a aprender más rápido de experiencias pasadas.

Esta práctica de meditación requiere que una persona concentre su atención en un objeto en particular, por ejemplo, una vela encendida o el propio aliento, y mantenga ese enfoque durante un período de tiempo.

Las personas a menudo usan la meditación de atención enfocada como una puerta de entrada a otros tipos de meditación, ya que es más fácil de aprender y practicar.

Aprendiendo de retroalimentación positiva contra negativa
Los investigadores trabajaron con personas que eran meditadores y personas que no meditaban. Hubo 35 participantes en total, de los cuales nueve se identificaron como meditadores budistas, 12 practicaron la meditación en un contexto secular, dos practicaron Qi Gong y el resto no meditaban.

Para el propósito de este estudio, los investigadores capacitaron a los participantes para que tuvieran éxito en una actividad en la que tenían que seleccionar las imágenes que tenían más probabilidades de traerles una recompensa particular.

En este ejercicio, los participantes vieron pares de imágenes, cada una con diferentes probabilidades de traer una recompensa si se seleccionan.

Los investigadores notaron que aquellos que practicaban meditación tenían una mayor tasa de éxito en la elección de imágenes asociadas a la recompensa en comparación con sus compañeros que no meditan.

«Nuestros hallazgos actuales demuestran que, en un nivel profundo, los meditadores responden a los comentarios de una manera más imparcial que los no meditadores, lo que puede ayudar a explicar algunos de los beneficios psicológicos que experimentan de la práctica».
El efecto de la meditación en el cerebro.
En el nuevo estudio, el equipo también midió la actividad cerebral de los participantes durante sus tareas mediante el uso de electroencefalogramas (EEG), un método que registra la actividad eléctrica en el cerebro de una persona.

Los EEG mostraron que, si bien todos los participantes respondieron de la misma manera a la retroalimentación positiva durante el ejercicio, los que no meditaron tuvieron una respuesta más intensa a la retroalimentación negativa que los meditadores.

Entre los participantes que meditaron, aquellos con la respuesta más débil a la retroalimentación negativa fueron los profesionales más experimentados.

Knytl y el profesor Opitz creen que la meditación regular puede afectar los niveles de dopamina, que es un neurotransmisor que desempeña un papel importante en la regulación del estado de ánimo y la agilidad física, entre otras cosas. Esto, a su vez, puede hacer que los meditadores respondan menos a la retroalimentación negativa.

Los científicos también notaron que investigaciones anteriores han encontrado que las personas con la enfermedad de Parkinson, que tienen niveles de dopamina mucho más bajos de lo normal, tienden a no desempeñarse bien en las tareas de aprendizaje que requieren que respondan a los comentarios positivos.